#1: Ver de cerca una ceremonia de bendición de autos nuevos, con padre y agua bendita incluidos...
#2: Tener añales de no asistir a una misa, venir al trabajo y encontrarme con que se celebra una justo afuera de mi oficina, donde la puerta cerrada no impide que escuche cada palabra del padrecito, así como los cánticos de las viejitas...
#3: Con sólo 2 días en este trabajo, mi situación laboral es un recuerdo cotidiano de que el estado costarricense promueve la mediocridad y la vagancia (misa en horas laborales?! wtf!!), y que es Católico-apostólico-romano.
No me quejo, nada más interesante que un trabajo nuevo donde todo es surreal.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario