Como la lluvia, o el viento. Reemplazados por el zumbido de la calefacción inv(f)ernal.
En algún lejano febrero, desde mi país tropical, extrañaré el arte de enfriar las cervezas en el patio. Al aire libre. Pero no extrañaré la resequedad que forma una segunda piel en mis manos...
miércoles, 3 de febrero de 2010
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