miércoles, 4 de marzo de 2009

Sin nombre

La encontré. No quería. La encontré sin buscarla, como quien se topa de frente, de manera inesperada, con un sinsabor en la boca. Tan extraño, como de otra dimensión. Recordar su existencia, comprobar su apariencia física. Y pensar en que no nos parecemos en nada... Es re católica, as in fan del divino niño jesús (I kid you not) y está casada con un hombre que no sabe lo que ella hizo. Yo, en cambio, soy atea. Y estoy casada con un hombre que sí sé lo que hizo.

No hay comentarios: