miércoles, 29 de noviembre de 2006

La "pegoste"

Lo he estado analizando. Y definitivamente es extraño.

Me parece un poco extraño, después de 7 años de estar con la misma persona, de repente enamorarme todavía más, al punto de no poder sacármelo de la cabeza, tenerlo en la cabeza a todas horas del día y en todos los lugares...

Es realmente extraño empezar a preocuparse, después de tantos años, de si una está siendo muy pega por tanto pensar en él, de tanto decirle que lo ama, de tanto buscar estar cerca, de tanto buscar cualquier forma de contacto físico, de tanto anhelar ese momento de la noche o madrugada [mucho brete en estos días] en que tenemos derecho a no hacer otra cosa más que acostarnos a descansar juntos, el momento en que puedo estar SOLA con él, y no estamos ocupados haciendo otras cosas.

Preocuparse por ser una pegoste es extraño y poco familiar para mí en cualquier circunstancia, pero todavía más si tomamos en cuenta que el objeto de mis persecusiones amorosas [mentales y físicas] es el mismo hombre con el que he convivido durante los últimos 7 años de mi vida.

Y cuando digo convivido, quiero decir que hemos:
  • Compartido las rachas rudas y no solo sobrevivido, sino crecido como pareja
  • Compartido las maravillas y responsabilidades de tener un hijo
  • Compartido puntos de vista en cuestiones esenciales como: el ateísmo, la manera en que se debe criar un hijo in this day and age, y la creencia de que se puede sobrevivir sin tener automóvil ni aparato televisor [porra futbolera: sí se puede, sí se puede, sí se puede]
  • Vivido bajo un mismo techo
  • Compartido un colchón
  • Compartido las pocas salidas que se logran cuando hay hijo(s) [recién hemos aprendido a combinar las salidas juntos con salidas cada quien por su lado, y lo estamos disfrutando!]
  • Compartido todas las vacaciones y viajes de placer habidos y por haber [que no han sido tantos tampoco, podrían haber más, por Maximón]
  • Compartido, en fin
No todos los días se conoce una faceta nueva de una misma, pero cuando ocurre, es todo un evento.

Ahora soy
mujer-hija-hermana-nieta-sobrina-tíaprimeriza-amiga-pareja-
madre-nuera-cuñada-estudiante-antropóloga-trabajadora...
y LA PEGOSTE [mírenlan mírenlan, mírenlan cómo se transforma...]

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