Aracelly trabaja que te trabaja… sin fin… encerrada… Qué diablos… La observo, debería yo estar escribiendo otra cosa en este momento, pero no logro desprender mi mente de la imagen de Aracelly que no para… A pesar de sentir unos enormes deseos de salir corriendo en estampida hacia la calle, lejos de esta casa y de las personas que la habitamos… Como que fuera un animal encerrado, al que dejan salir solamente un día y medio a la semana…
Esta sociedad no es sostenible así. La hermana Nicaragua nos proporciona gente trabajadora, esforzada, sonriente, cálida, que lleva sobre sus espaldas el peso de nuestra sociedad que no se sabe sostener sola, que no se sabe sostener sin explotar a su gente y a las gentes de otros países que llegan en busca de una mejor calidad de vida.
Qué grano de arena aportamos para resolver esta situación? Qué puedo hacer? Conocer más a Nicaragua, conocer más a su gente… Empezar por ahí. Y a partir de estos conocimientos, contribuir a que la sociedad costarricense conozca a quien trata tan mal, que conozca en carne y hueso a ese ser etéreo y desdibujado, blanco de sus comentarios y actitudes xenófobas…
Nada mejor que conocer al "otro" para dejar de sentirle miedo, dejar de pensarlo distinto, extraño, amenazante...
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