8 am en paraíso tropical.
X compañero hace café. Siempre se resiente porque le digo que ya tomé. Hoy acepto. Están X compañera y X compañera en la mesa. Hablan de un nuevo esmalte de uñas que tiene como efectos especiales. Me vuelven a ver como para incluirme en la conversación. Me sirvo el café, hago una risa que mi hijo preadolescente calificaría de falsa, y me retiro a mi escritorio.
Un viernes más en la oficina.
Tampoco me pidan tanto.
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